Para ella, el baile y la música son herramientas para conocer a otras personas, crear una historia sin palabras, en la que los sonidos, el ritmo y la melodía se pueden pintar con el cuerpo. Ser DJ es el resultado de la exploración musical en la necesidad de expresar las emociones de la danza. Como mujer, tiene predilección por las melodías líricas, pero su alter ego sirve a una mezcla explosiva y le gusta sorprender musicalmente. En la riqueza de la música de tango encuentra la belleza de las emociones y el placer de ser abrazada, y en la música alternativa encuentra energía y un caleidoscopio desenfrenado de expresión; por eso le gusta mezclar estos estilos. Su mayor alegría proviene de las sonrisas de los bailarines. Le gusta observar lo que ocurre en la pista de baile y de ahí saca energía para tocar, a menudo no soporta los mandos del equipo de música y se deja llevar para bailar.